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En torno a la eterna cuestión del patrimonio urbano: un caso concreto


Detalle de una fachada de tiras en la calle Virgen de Añora.

En las primeras décadas del siglo XX se produjo en Los Pedroches un significativo crecimiento demográfico como resultado de los altos índices de natalidad del momento y también de cierta inmigración alentada por las perspectivas laborales de los desmontes y la minería. Este aumento de población propició un auge de la arquitectura doméstica que se tradujo en una significativa expansión de los cascos urbanos de nuestros pueblos. Así, por ejemplo, en Añora durante estas primeras décadas del siglo se comienza la creación y alineación de las calles Pedroche, Pozoblanco, San Antonio, Sol y San Martín y se completa la configuración actual de la calle Virgen, fijándose en este momento el ensanche del recinto de la ermita de la Virgen de la Peña, hasta entonces extramuros y a partir de ahora incorporado ya al casco urbano.

Los propietarios más pudientes gustaron de marcar su status con elementos innovadores demostrativos de su riqueza y edificaron sus viviendas preferentemente en el casco antiguo, bien reformando las ya existentes, bien, en la mayoría de los casos, levantando edificios de nueva planta. Los propietarios de nivel medio, en cambio, fomentaron un modelo constructivo uniforme, sin apenas diferencias de unas viviendas a otras, formando lienzos completos de gran homogeneidad constructiva, especialmente en los nuevos ensanches y ampliaciones de los cascos urbanos. Para el caso de Villanueva de Córdoba, Juan Palomo ha descrito muy gráficamente esta distinción: las viviendas de pequeños y medianos propietarios construidas en las calles de nueva apertura en el suroeste de la población (calles Moreno de Pedrajas, San Miguel, Nueva, Libertad, Independencia, etc.) reproducen todas un modelo muy similar, mientras que la singularidad de los más acaudalados la encontramos especialmente en las proximidades de la Plaza de España.

En Añora esta uniformidad constructiva se manifiesta en las nuevas vías, como la calle Virgen, cuyo tramo final corresponde a esta época. Se vive entonces en esta localidad el esplendor de las llamadas “fachadas de tiras”, formadas a base de bloques de granito visto con el rejuntado blanqueado, y que en este espacio en concreto rematan su ornamentación con vistosas rejerías de forja con motivos geométricos. El perfil armónico de este lienzo completo de calle frente a la ermita de la Virgen de la Peña, rematado por sus grandes chimeneas iguales, constituía hasta hace poco tiempo una de las imágenes más características de la localidad.


Imagen tradicional de las fachadas de tiras en la calle Virgen de Añora.


La línea de tejados alterada en la actualidad.

En los últimos años, sin embargo, fruto de un lógico deseo por parte de los propietarios de estas viviendas de adaptación a las necesidades y comodidades de la sociedad actual, se está procediendo a modificar la estructura de unos edificios que, en muchos casos, apenas habían sufrido cambios en todo un siglo. En su aspecto externo, estos cambios se manifiestan sobre todo en la altura de los tejados, puesto que la principal intervención suele consistir en adaptar como vivienda la planta superior, hasta ahora reservada básicamente para usos auxiliares. Lógicamente, esta alteración, en los casos en que ya se ha producido, ha modificado sustancialmente la estampa visual de este tramo urbano, que se había convertido en uno de los más singulares de la localidad.


Obras en una de las viviendas.

Sería aconsejable, pues, arbitrar los mecanismos oportunos para que las sucesivas actuaciones que inevitablemente se vayan produciendo supieran conjugar el respeto a la imagen histórica transmitida con las nuevas necesidades sobrevenidas a los propietarios de las viviendas, de modo que el conservar y mantener los valores históricos de esos edificios no se tradujera en algo gravoso para sus dueños sino, al contrario, en un beneficio patrimonial que garantizara su salvaguardia. En el aspecto externo, nos parecen imprescindibles dos medidas: una, el mantenimiento de las fachadas de tiras, en la medida de lo posible con sus elementos originales; otra, el mantenimiento de una altura uniforme en las nuevas construcciones: es decir, que todas las viviendas intervenidas se levanten a una misma altura, de modo que, cuando algún día acabara el proceso de reforma, el lienzo de casas volviera a presentar (no obstante su modificación en altura) el aspecto homogéneo de sus orígenes. De este modo, la conservación de los valores arquitectónicos heredados no aparecería totalmente reñida con las necesidades de una sociedad cambiante que necesita adaptar su urbanismo a los nuevos tiempos.

4 comentarios :

hay que nivelar | sábado, mayo 29, 2010 6:05:00 p. m.

No te preocupes Antonio, que así se va ha hacer. Pero si esta casa se levanta al mismo nivel que la Del "Michel", que se encuentra en el punto más alto de la calle y además es la que más se ha levantado, Más incluso que la de Bernabé y la del "Correo", se va a quedar muy alta. La altura que le permitan a esta casa el ayuntamiento,como es la del extremo de la calle, deberia de marcar la altura de las futuras casas, Que en un futuro se obraran, hasta la casa del "Michel", de ahí para abajo la altura deberían marcarla las que ya estan obradas: Bernabé y "correo", todas de tiras y con su chimenea, aunque esta no sea funcional. Así todas estarían de nuevo a la misma altura menos la del "michel" que ya despues de hecha no la vemos a derribar.

Anónimo | sábado, mayo 29, 2010 9:18:00 p. m.

A ver si os va a pasar a los noriegos lo mismo que alos tarugos con la alineación: plenos encolerizados insultos, transfuguismo, manifestaciones cambio de alcalde creacion de partidos nuevos y todo por un edificio....

Anónimo | domingo, mayo 30, 2010 12:22:00 p. m.

Las fachadas de tiras en Añora son algo que nos caracteriza,y nos distingue,es parte de nuestro pueblo y de nuestra identidad,creo que deberíamos cuidarlas al máximo y fomentar su nueva construcción.Estas casas tan emblemáticas de la calle la virgen son parte de nuestra imagen como pueblo.Es lógico que los propietarios quieran adaptar sus viviendas a las nuevas necesidades del momento,como muy bién dice Antonio, la cuestion es saber adaptar las viviendas a las nuevas necesidades sin romper la estética de la calle.Desde el ayuntamiento se debería tener muy claro los pasos a seguir en este tema.

Anónimo | viernes, junio 04, 2010 11:58:00 p. m.

Lo bonito gusta,pero si esta en todos sitios repetido tambien cansa.Las casas de tiras de la calle Virgen de Añora,en su conjunto han sido como algo emblematico del pueblo,con un gran valor estetico por su uniformidad,alineacion,se puede decir hasta precision que se ha conservado durante años,pero desde hace unos años se ha fomentado tanto el hacer todas las fachadas de tiras que ya casi llega a marear.Y ya lo dice el dicho lo mucho cansa.

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