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Belalcázar en el recuerdo y otros recuerdos


Este libro tiene dos historias. Una, la suya propia; otra, la constituida por los azares vividos hasta llegar a mis manos. La segunda ahora no interesa, pero vaya mi agradecimiento al autor por sus muchos esfuerzos.

Belalcázar en el recuerdo es como una de las antiguas cámaras de nuestras casas. Una vez perdida su antigua funcionalidad, básicamente agrícola, las cámaras pasaron a convertirse en desvanes donde se almacenaban (e incluso amontonaban) infinidad de objetos y utensilios ya sin uso pero de los que costaba desprenderse, viviendo en feliz armonía con otros aún en activo. Todos los aparejos de la cosecha (hoces, horcas, biergas, costales, cuartilla y celemín), los ajuares de la matanza (la máquina de embudar con todas sus cuchillas, los lebrillos y artesas), el antiguo menaje de cocina ya sustituido por propuestas más modernas (azafates, cántaras y espeteras, sartenes que tiznaban al rozarlas), ollas del lomo sin lomo, orzas para adobar las aceitunas y para almacenar los garbanzos, la romana, las cunas de cuando nacían niños, la pila de lavar y su lavaor, la empleita del queso, primitivas calderas de cobre llenas de botellas y frascos de cristal preparados para las conservas de tomate que vendrían o las uvas en aguardiente, el arca que trajo vacía la abuela llena ahora de mantas recias de la posguerra, sillas de enea sin respaldo, viejos periódicos, revistas, novelas por entregas, novenarios y misales…, de los palos de la techumbre colgaban ganchos para los jamones sin jamones, cencerros sin badajo, el serrón de la tala y su piedra de afilar, quizás unas aguaderas casi deshechas. La mayoría de estas cosas jamás volverían a ser utilizadas, pero su conservación no se discutía, porque eran parte de una vida que quizás algún día hubiera que recobrar.

Todo esto me lo ha recordado el libro de Joaquín Chamero: una cámara de pueblo donde se recogen voces, dichos, tradiciones y costumbres, juegos, canciones y otras experiencias que vivimos, reunidas para su conservación emocional, porque sabemos que casi todas ellas ya no volverán a tener vida propia y por ello precisan de nuestra generosidad que las mantenga en el recuerdo. Son retazos tomados de aquí y de allá, rescatados a golpe de azar, tan heterogéneos que para su clasificación el autor ha debido recurrir al neutro “cosas”: cosas en el campo gastronómico, cosas de curas y remedios caseros, cosas de las calles, cosas de medidas, cosas de travesuras infantiles y ya, a la desesperada, “cosas varias” y “otras cosas”.

El libro ofrece, básicamente, el valor del repertorio no interpretativo, de la enciclopedia de usos y costumbres que no busca el análisis sino la compilación, convirtiéndose en fuente documental primaria para futuras investigaciones etnológicas, que ya habrán de recurrir inexcusablemente a estos manantiales una vez agotados las otros dos maneros principales de conocimiento: la propia experiencia y la tradición oral de quienes todavía lo vivieron.

10 comentarios :

Anónimo | viernes, junio 25, 2010 2:15:00 p. m.

Chamero, enhorabuena por recopilar todos esos recuerdos que ya son historia, pero que a los mas antiguos nos llegan al corazon.

Anónimo | viernes, junio 25, 2010 6:38:00 p. m.

el merito es de Maruja Revaliente con sus historias del libro de feria e Belalcázar , de este es de donde Chamero a copiado el 90% de su libro.

Anónimo | sábado, junio 26, 2010 1:05:00 a. m.

Conozco a Chamero y que yo sepa lo que ha recogido lo cita y da el nombre, como buena costumbre. Por ejemplo el vocabulario es extenso y bien investigado y documentado, muy lejos de esos retazos publicados en los que algunos ponen muchas palabras que no vienen a cuento. De las canciones él mismo dice quien se las ha aportado, aunque algunas se hayan puesto en la revista. De tradiciones y costumbres no recuerdo que lo que viene en el libro se haya publicado tanto, en los juegos pasa igual, me viene a la memoria uno que lo completa más y cita quien se lo ha dicho.Lógicamente un libro así hay que recoger de muchos lugares y personas que se acuerden para componerlo. Pero ese 90% lo he comprobado y como mucho podría quedarse en solo un 5%.
Me gustaría que él hiciera aquí un comentario al respecto.
En fin, la bibliografía y colaboraciones de personas de donde él se ha nutrido las pone,lo que es meritorio para un libro.

Anónimo | sábado, junio 26, 2010 10:23:00 a. m.

Compilar es compilar, y no hay que darle más vueltas. Esto no es un trabajo científico que precise en cada palabra la fuente...digo yo. A ver si no sabemos lo que son las churras y lo que son las merinas, y somos de Belalcázar.

Anónimo | sábado, junio 26, 2010 2:56:00 p. m.

Me gustaría que en Belalcázar, en el Valle de los Pedroches, .... hubiese muchísimas personas que aporten como Joaquín Chamero.

Por haber colaborado en algo, tengo constancia de como ha trabajado, investigado, contrastado, ...y los "ratitos" que le han llevado la preparación de este libro. Eso de que ha copiado el 90%, por las personas que no le conocen, le tiene que hacer mucho daño.

Joaquín, muchas gracias por hacer posible el conocimiento, con profundidad, de mis raíces culturales y la transmisión a mis hijos.

Anónimo | sábado, junio 26, 2010 6:41:00 p. m.

Chamero, no hagas caso de envidiosos y desocupados. Felicitaciones por tu libro. Desde Belalcázar, un abrazo.

Anónimo | sábado, junio 26, 2010 7:53:00 p. m.

Me uno a lo expresado por el último anónimo. Considero un buen
trabajo este libro, lo llame como lo llame el otro anónimo. Lo del porcentaje se puede comprobar, y yo, que tengo muchas revistas de años anteriores también compruebo que el porcentaje de las revistas que haya podido "compilar" lo considero escasísimo, y esto sí que se puede comprobar.
Chamero: Yo también te doy las gracias y te felicito por tu trabajo porque lo considero muy interesante y un archivo muy útil para el futuro. Me han dicho que estás de vacaciones y posiblemente estos comentarios no los leas.

Anónimo | domingo, junio 27, 2010 11:26:00 a. m.

Vaya por delante que soy amigo de Maruja Revaliente y la conozco antes que a Chamero.
A los dos los admiro y me gustan las curiosidades que escriben en el programa de Feria.
Como la revista me ocupa mucho solo colecciono las hojas de esas curiosidades que se escriben.
Quiero decir que un libro no tiene por qué gustar a todos, por eso se es libre de opinar y todas las opiniones son respetables.
Pero yo también creo que eso de decir lo del 90% es hacer daño, ya que no es la realidad y yo también lo puedo comprobar con todas esas hojas que colecciono, no niego que algunas pocas cosas ya se habían publicado, muy pocas comparado con la extensión del libro. Incluso puedo afirmar, porque tengo las hojas, que la publicación de una reseña de la jota de Belalcázar que viene en el libro y que publicó el otro año Maruja ya la había publicado anteriormente Chamero en la revista. No puedo decir qué año porque como digo solo guardo las hojas, pero si que fue varios años antes.
Felicito a Joaquín porque a mí si me ha gustado el libro y lo considero curioso e interesante y también útil como consulta para el futuro y transmisión a nuestros hijos y nietos.
Enhorabuena Joaquín

Anónimo | miércoles, julio 20, 2011 1:33:00 p. m.

hola, quiero preguntar a quien haya leido el libro, si viene bastante sobre la jota de belalcazar. Quiero comprarmelo solo para buscar información sobre la jota.gracias

Unknown | sábado, noviembre 16, 2019 11:23:00 a. m.

Joaquin para mi es un hombre que nunca haria eso de copiar porque eso para el seria rebajarse y yo lo conozco muy vien y eso no lo haria el nunca jamas.yo no soy 9anonimo soy crispulo rodriguez velez intimo amigo suyo aunque lo veo muy poco y de tarde en tarde.

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