Solienses por el mundo/3. Bibiana Granados en Sicilia

Solienses por el mundo/3. Bibiana Granados en Sicilia

Bibiana Granados en la entrada al rectorado de la Universidad Kore di Enna.

Bibiana Granados Jurado tiene 21 años y es natural de Villanueva del Duque, aunque ha vivido siempre en Villanueva de Córdoba. Estudia Maestro de Educación Musical en la Universidad de Córdoba y en la actualidad disfruta de una beca Erasmus en Enna (Sicilia, Italia), desde septiembre hasta marzo.

Bibiana destaca sobre todo la amabilidad de los habitantes de Sicilia y la tranquilidad de la ciudad en la que vive ("el tiempo aquí no tiene significado", confiesa), la cual, por encontrase en el centro de la isla, recibe el nombre de "el ombligo de Sicilia". "Hay dos “Ennas”-explica Bibiana-: Enna Alta y Enna Bassa. La parte alta de la ciudad separada de Enna Bassa por una estrecha carretera de curvas imposibles, es la parte histórica, hay iglesias por doquier; calles estrechas y casas unifamiliares de baja altura donde predominan los colores oscuros de la piedra en las fachadas y el suelo. La parte baja alberga las avenidas, los altos edificios de vivos colores, las facultades de la KORE (así se llama la universidad que es privada), la residencia universitaria y parcelas gigantes sin nada más que la naturaleza creciendo a su antojo". La parte antigua está llena de encantos: "Me encanta pasear en Enna Alta por sus estrechas callejuelas, hasta desembocar en la gran plaza que precede al imponente Castillo -Castello di Lombardia-, guardián de la zona, desde el que se contemplan unas vistas de vértigo, incluso se advierte el volcán Etna. Es una maravilla pasear por sus alrededores respirando aire puro y contemplando una naturaleza insólita en una ciudad".

En el Lago Nicoletti, a 3km de Enna.

La limpieza y el tráfico, como en toda Sicilia y buena parte de Italia, son los principales inconvenientes: "Las calles de Enna están algo sucias y la basura se recoge de tanto en tanto; no existe el reciclaje de la misma ni interés en ello. Además, algo que me llama la atención es el poco respeto por los pasos de cebra (por parte de los peatones y de los coches) y las grandes barreras arquitectónicas que hay (básicamente la accesibilidad para discapacitados físicos es nula). El transporte público es lento y antiguo, por lo que todo el mundo se mueve en sus vehículos, provocando tráfico intenso a todas horas".

A pesar de todo esto, o precisamente por ello, Bibiana ha caído rendida a los encantos sicilianos: "A pesar de que echo muchísimo de menos mi tierra, el Valle de Los Pedroches, nuestros encinares y los lustrosos cerdos corriendo por ellos, la gastronomía, y a mi familia y amigos, sin embargo me encanta estar aquí". ¿Por qué? Porque "la amabilidad de sus gentes es abrumadora; está en el centro de la isla, con lo cual desde aquí viajo cómodamente a todas las ciudades que puedo: Catania, Taormina, Agrigento, Cefalù, Piazza Armerina, Palermo...; y, finalmente, por lo bien que se come (aunque haya todos los días pasta)". Todo ello hace de Enna una ciudad encantadora que Bibiana nos aconseja encarecidamente visitar. Yo mismo, que anduve por allí este verano, doy fe de ello.

En Taormina, "preciosa ciudad de la provincia de Catania".

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